CONSULTORÍA AMOROSA

miércoles, enero 20, 2010

El falso hombre ideal


Sandra tenía una relación de cuatro años. Desde hacía meses las cosas no andaban bien: la rutina, el poco tiempo compartido, el estrés que provocan las obligaciones de cada uno… La cosa era que se sentía insatisfecha pero, jamás le pasó por la mente mirar a otro hombre.

En una fiesta que asistió con su pareja, entre muchas otras personas, encontró a Manuel.
Manuel era un amigo de un amigo de su pareja y de la forma más natural empezaron a hablar de cosas triviales. Descubrieron que a los dos les apasionaba la filatelia y con esa excusa se agregaron al chat y comenzaron a charlar periódicamente.
Pasaron semanas y las conversaciones se convirtieron en más frecuentes y más íntimas: ambos empezaron a hablar de sus vidas, de cómo se sentían, de sus relaciones de pareja. Sandra descubrió que las conversaciones con Manuel se habían convertido en una necesidad y que como nunca, se sentía comprendida y aceptada tal cual era.
Un día él le dijo que se había enamorado de ella y ella le confesó que le pasaba lo mismo. Comenzaron a salir en secreto, ella no podía dejar a su pareja de esa forma tan abrupta. Necesitaba hacer bien las cosas.
Manuel era, ni más ni menos, que el hombre ideal. Ni tan lindo como para que las otras mujeres lo persigan, ni tan feo como para que a ella no le gustara, con gran sentido del humor, soltero y sin ningún pasado engorroso y, sobre todas las cosas, comprensivo y romántico.
Sandra no sabía que había picado el anzuelo y que de ahí en más le esperaba una pesadilla.

El falso hombre ideal es el tipo de hombre que ninguna sueña o imagina. Resulta ser que las cualidades que lo hacen ideal son muy diferentes a las cualidades que tiene el hombre de los sueños. Y resulta ser también, que para cada mujer “el hombre de sus sueños” pertenece a un tipo masculino diferente.
El hombre ideal no existe. Pero cuidado, queridas mujeres, este tipo masculino “el falso hombre ideal” es el más peligroso de todos porque cuando menos lo esperamos aparece en nuestras vidas. Un hombre que no es ni muy lindo, ni muy feo, ni demasiado interesante, ni demasiado aburrido. Un hombre que se nos acerca con cierta ingenuidad y que de a poco, va tendiendo sus redes hasta que ya no sabemos cómo hacer para escapar.
El falso hombre ideal es, por cierto, el tipo masculino más monstruoso que existe.

Cuando la relación fue tomando curso y Sandra había tomado la determinación de dejar a su pareja de cuatro años, Manuel comenzó a mostrar la hilacha.
Se fue convirtiendo en el tipo más depresivo, obsesivo y celoso. El cambio fue paulatino y creciente.
Si ella no contestaba un llamado, Manuel se deprimía y le reclamaba. Le decía que no le contestaba porque seguramente estaba con otro. Todas las actitudes que Sandra había tenido para con él, en su relación clandestina, eran ahora, especulaciones de Manuel. La vida de Sandra se convirtió en pesadilla.
Una amarga pesadilla de persecución constante y de intrigas.
Un día ella decidió dejar a Manuel y él lloró, le prometió cambiar, le dijo que la amaba y ella reincidió. Por un tiempo breve estuvieron bien hasta que él comenzó nuevamente con sus maltratos psicológicos y sus ideas de infidelidad.
Cuando Sandra lo dejó definitivamente. Manuel comenzó a asediarla, se presentaba en los lugares en que ella concurría. Le mandaba largos mails con reclamos y llantos, con insultos. Hasta llegó a amenazarla con matarla o matarse.
Repito, el hombre ideal, no existe. Sandra tuvo que hacer mucho para sacarse de encima a ese psicótico pero lo logró.
Ella me dijo que si se hubiese dado cuenta a tiempo de lo que iba a vivir, jamás se hubiese acercado a Manuel.
Dejame tu comentario. Contame si sospechás que el hombre que conociste y que parecía ideal, está teniendo algunas de las actitudes expuestas en esta nota. Quizás no sea nada, pero si estás frente a un “falso hombre ideal” es mejor que lo sepas lo antes posible.

Te espero
Dra. Amor

lunes, enero 18, 2010

Estratega en consultoría amorosa



Bienvenida, Mujer, trabajemos juntas. Te propongo que me escribas a doctoradelamor@ymail.com y me cuentes tu historia. Hablame de él y de sus acciones que tanto te lastiman o desorientan. Yo te diré a qué tipo masculino pertenece y cuál es la estrategia para que, al fin, caiga y se entregue. No te preocupes que mantendré tu identidad en secreto. Todas podemos ayudarnos y liberarnos de los sufrimientos del amor. Tú historia es parecida a otras tantas historias. Tú hombre pertenece a un tipo determinado de hombre. Vos podés ayudar a otras mujeres. Juntas podemos terminar con la incertidumbre.

Soy estratega en las artes del amor. Acompañame.
En la guerra y en el amor todo vale.

Te espero…